Cuando alguien decide empezar a cuidarse e intenta seguir hábitos saludables es muy habitual que lo primero que haga sea reducir lo que come y empezar a “moverse un poco” (piensa lo típico: ir a dar paseos, a clase de zumba…)
Pero este planteamiento tiene un problema: si estamos todo el día restringiendo las calorías, al final estamos todo el día débiles y no vamos a poder entrenar en condiciones.
A esto hay que añadir que las dietas restrictivas suelen ser bajas en proteínas, lo que hace que desde el primer día vayamos perdiendo masa muscular. Esto nos lleva a una disminución del metabolismo y puede provocar un desequilibrio hormonal.
Si lo que queremos es adelgazar tenemos que olvidarnos de “dietas milagrosas” e introducir poco a poco cambios en nuestros hábitos y formas de alimentarnos que se queden con nosotros de por vida.
Si comemos más y mejor, siguiendo una alimentación sana basada en comida real, no solo podremos entrenar con más intensidad o mejorar la calidad de nuestro entrenamiento, sino que además tendremos más energía en nuestro día a día para hacer una vida más activa.
Si queremos estar más sanos lo que tenemos que hacer es buscar mejorar nuestra composición corporal. ¿Cómo? Pues es muy sencillo:
- Comiendo más y mejor
- Entrenando fuerza
A mucha gente le da un poco de miedo meterse en los ejercicios de fuerza. Se suele escuchar la frase “es que no quiero hacer pesas porque no me quiero poner grande”. La gente piensa que los resultados que vemos en el mundo del fitness se consiguen de forma fácil. Casi sin desearlo, como si fuese una accidente o un efecto secundario del entrenamiento de fuerza.
Pero el entrenamiento de fuerza, no significa aumentar tu volumen corporal. La gente que consigue estos resultados no lo hace por accidente. Es el resultado de mucho tiempo, esfuerzo y una planificación cuidadosa.
Ahora, los ejercicios de fuerza no sirven solo para conseguir volumen y convertirnos en culturistas.
¿Cuáles son los beneficios de los ejercicios de fuerza?
Estos ejercicios pueden mejorar la relación músculo/grasa conocido como “recomposición corporal”
Y esto, ¿cómo sucede?
PÉRDIDA DE GRASA CORPORAL
El ejercicio de fuerza aumenta la sensibilidad a la glucosa y por lo tanto dificulta el almacenamiento de grasa corporal. Además, libera unas sustancias llamadas mioquinas, que actúan impidiendo el almacenamiento de grasa y aumentan la lipólisis ( que es un proceso corporal por el que se produce una “ruptura” de la “grasa” almacenada y posterior liberación de ácidos grasos).
GANANCIA DE MASA MUSCULAR
Por otro lado, este tipo de ejercicios motivan al sistema nervioso central para generar las hormonas que necesitas para desarrollar músculo. Estas hormonas son la razón principal por la que hacer actividades físicas que impliquen el uso de la fuerza muscular está relacionado con el aumento de Tasa metabólica basal (que es la cantidad mínima de energía que necesita tu cuerpo para sobrevivir realizando las funciones básicas).
Beneficios del entrenamiento de fuerza:
- Aumento de la masa muscular y fuerza
- Reducción de caídas
- Reduce la sensibilidad al dolor
- Mejora la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina
- Aumenta la densidad ósea y la tasa metabólica basal
- Reduce el riesgo de enfermedades del sistema circulatorio
- Ayuda al mantenimiento de la condición física
- Mejora el estado de ánimo
¿Quieres empezar a cuidarte y mejorar tu composición corporal? Estoy encantada de contestar todas tus dudas, así que ponte en contacto conmigo a través de mi cuenta de instagram @masnutricionysalud , en el teléfono 686574052 o a través de mi email marta@masnutricionysalud.com