

La dieta antiinflamatoria es un enfoque alimenticio que busca reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede tener beneficios significativos para la salud.
Para lograrlo, se deben tener en cuenta ciertas pautas tanto para reducir como para aumentar el consumo de ciertos alimentos.
¿Cómo reducir patologías gracias a la dieta antiinflamatoria?
En primer lugar, es importante reducir el consumo de sustancias inflamatorias como el alcohol, ya que puede afectar el sistema inmunitario y debilitar el organismo.
También es fundamental reducir la ingesta de alimentos ricos en prostaglandinas tipo 2, como cereales refinados, bollería industrial, azúcares añadidos, embutidos, lácteos grasos y bebidas energéticas, ya que estas grasas promueven la inflamación.
- Además, la histamina, una amina involucrada en las respuestas del sistema inmunitario, también puede contribuir a la inflamación, por lo que se aconseja reducir su consumo. Asimismo, se ha demostrado que una dieta libre o reducida en gluten y lácteos puede mejorar significativamente los síntomas y reducir la inflamación, especialmente a nivel intestinal.
Por otro lado, es esencial aumentar el consumo de alimentos antiinflamatorios. Las prostaglandinas tipo 1 y 3 son conocidas por sus efectos antiinflamatorios y se obtienen a través de la dieta, especialmente de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6. Por lo tanto, se recomienda incluir en la alimentación pescado azul, nueces, semillas y aceites de semillas.
La vitamina D también juega un papel importante en la respuesta inflamatoria e inmunitaria. Aunque se encuentra en alimentos como lácteos, pescado azul, huevo y alimentos enriquecidos, su cantidad puede ser insuficiente, por lo que se puede considerar la suplementación, especialmente en épocas del año con menos exposición solar.
- Además, se sugiere potenciar el consumo de hierbas aromáticas y especias antiinflamatorias como jengibre, clavo, canela, cúrcuma y perejil, que pueden ofrecer beneficios para reducir la inflamación.
La quercetina, presente en numerosos vegetales, frutas y semillas, es otro componente antioxidante inflamatorio que puede ser beneficioso para inhibir la secreción de histamina y reducir la inflamación.
En resumen, la dieta antiinflamatoria se basa en reducir el consumo de sustancias y alimentos inflamatorios, mientras se aumenta la ingesta de alimentos antiinflamatorios ricos en nutrientes esenciales y antioxidantes.
Este enfoque nutricional, puede ser muy beneficioso para personas con patologías o síndromes como la endometriosis, síndrome del ovario poliquístico (SOP), hipotiroidismo, artritis y algunas patologías digestivas que pueden producir inflamación y contribuir a una mejor calidad de vida.
Cabe destacar que cada persona es única, por lo que se recomienda consultar a un profesional de la salud para obtener un plan personalizado que se adapte a las necesidades y objetivos individuales.
Si quieres que te ayude con tu alimentación no dudes en ponerte en contacto conmigo en marta@masnutricionysalud.com o en mi teléfono 686 57 40 52. Estaré encantada de elaborar un plan totalmente personalizado para ayudarte a cumplir tus objetivos ;)